Fue completamente arrasada tras la retirada de las tropas nazis al final de la Segunda Guerra Mundial.
En esta vista general podemos ver la iglesia con el Océano Ártico al fondo.
Para llegar a Hammerfest hay que circular por una carretera que serpentea a orillas del Océano Ártico.
Antiguamente las condiciones de vida eran extremadamente duras. Esta choza de turba sami (la Mikkelgammen) es un recuerdo de como vivía la gente de esta zona no hace mucho tiempo.
Hoy en día, los habitantes de Hammerfest gozan de los mismos servicios que cualquier habitante de otra ciudad europea.
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