Durante el Imperio Romano, la ciudad de Roma albergaba más de un millón de habitantes. Cada día cientos de toneladas de trigo, aceite y otros productos eran consumidos por la ciudad.
Estos productos llegaban por vía fluvial hasta el puerto.
Esta era la zona industrial de la antigua Roma con grandes almacenes y negocios. Todo este movimiento de mercancías provocaba que inevitablemente algunas ánforas se ropieran.Éstas eran amontonadas en una zona un poco apartada. Tal era la cantidad de ánforas que se desecharon durante unos 500 años en este comercio que se creó una colina de 35 metros de altura y medio millón de metros cúbicos de volúmen: la llamada Mons Testaceus, actualmente conocida como "Testaccio".
No hay comentarios:
Publicar un comentario