Las murallas de Teodosio fueron construidas por orden del emperador romano Teodosio II en el año 408 y junto con el llamado "fuego griego" (una especie de napalm) permitió a Constantinopla sobrevivir a numerosos asedios durante mil años.
Sin embargo, cuando en el año 1453, un ejército otomano dirigido por el sultan Mehmet II puso sitio a la ciudad contaba con un arma nueva: unos gigantescos cañones denominados "el gran cañón de Mahoma".
Estos cañones pesaban 18 toneladas por lo que se necesitaban 60 bueyes para moverlo y de 200 hombres para manejarlo. Disparaba balas de granito de 700 kg aunque sólo podía hacerlo 7 veces al día ya que era necesario gran cantidad de tiempo para poder prepararlo.
A pesar de tan baja cadencia de disparo (que permitía a los habitantes de Constantinopla reparar parcialmente las murallas) los daños que inflingía eran enormes y tras 90 días de bombardeos ininterrumpidos, finalmente se hizo una brecha en las murallas por la cual entraron los otomanos.
Así, el 29 de mayo de 1453, caía Constantinopla y desaparecía el Imperio Bizanzino (Imperio Romano de Oriente). Constantinopla pasaba a llamarse Estambul y sus habitantes abrazaron al Islam como religión.
La caída de Constantinopla supuso un shock para la Cristiandad (se suele tomar esa fecha como el final de la Edad Media). Los otomanos continuarían avanzando durante 300 años mas llegando tan lejos como a Viena.
En cuanto a los cañones, permanecieron inactivos hasta que en 1807 fueron disparados contra una flota británica provocando la derrota de la misma.
Las murallas han permanecido en pie excepto por algunos tramos derribados para dejar paso al invasor del siglo XX: el automóvil.
Sin embargo, cuando en el año 1453, un ejército otomano dirigido por el sultan Mehmet II puso sitio a la ciudad contaba con un arma nueva: unos gigantescos cañones denominados "el gran cañón de Mahoma".
Estos cañones pesaban 18 toneladas por lo que se necesitaban 60 bueyes para moverlo y de 200 hombres para manejarlo. Disparaba balas de granito de 700 kg aunque sólo podía hacerlo 7 veces al día ya que era necesario gran cantidad de tiempo para poder prepararlo.
A pesar de tan baja cadencia de disparo (que permitía a los habitantes de Constantinopla reparar parcialmente las murallas) los daños que inflingía eran enormes y tras 90 días de bombardeos ininterrumpidos, finalmente se hizo una brecha en las murallas por la cual entraron los otomanos.
Así, el 29 de mayo de 1453, caía Constantinopla y desaparecía el Imperio Bizanzino (Imperio Romano de Oriente). Constantinopla pasaba a llamarse Estambul y sus habitantes abrazaron al Islam como religión.
La caída de Constantinopla supuso un shock para la Cristiandad (se suele tomar esa fecha como el final de la Edad Media). Los otomanos continuarían avanzando durante 300 años mas llegando tan lejos como a Viena.
En cuanto a los cañones, permanecieron inactivos hasta que en 1807 fueron disparados contra una flota británica provocando la derrota de la misma.
Las murallas han permanecido en pie excepto por algunos tramos derribados para dejar paso al invasor del siglo XX: el automóvil.
2 comentarios:
Muy buena información, util para carreras como historia del arte.
Gracias por los datos!
¡Con qué información tan preciosa me vine a encontrar!
Buen trabajo. Saludos cordiales.
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