La prensa, primero local, luego nacional y finalmente internacional se hacen eco de esta misteriosa voz que empieza a ser conocida como el duende de Zaragoza...los curiosos se empiezan a arremolinar en los alrededores del edificio...hasta 2000 personas en algunos momentos del día.
Ante la espectación creada la policia acude a investigar el caso y las operarios del ayuntamiento desmontaron por completo la cocina de la vivienda en busca de algún mecanismo oculto que produjera la voz. Sin embargo no se llegó a ninguna conclusión.
Finalmente, ante el hecho de que se pudieran producir desordenes públicos las autoridades buscaron un chivo expiatorio: Pascuala Alcocer (la sirvienta de la familia), a la cual se le encontró culpable de alguna especie de ventriloquia involuntaria que era la que provocaba la misteriosa voz. Esta muchacha fue desterrada a su ciudad natal.
Nunca se supo quién producía esa voz (que cesó de repente).
El edificio fue derribado y en su lugar se levantó un bloque de viviendas llamado "El Duende"...
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