Conocido con ese nombre en Ansó y el valle de Tena mientras que en Broto es llamado „Bosnerau“, la leyenda del hombre salvaje de los bosques es común a todo el Pirineo. Sería el equivalente al Yeti (que supuestamente habita los Himalayas), al Bigfoot (en los EEUU) o al Almasty (en el Caucaso).

Supuestamente estos seres viven en cuevas en el bosque alimentandose de la recolección de frutos de la caza de pequeños mamíferos. Los romanos los denominaban „silvanos“ (hombres de los bosques).
Se especula con que esas historias pudieran ser antiguos recuerdos que el homo sapiens (nuestra especie) tiene de los antiguos neardentales (aunque eso no explica los actuales avistamientos...).
En la foto: reconstrucción hipotética de un neardental en el Museo Americano de Historia Natural (imagen procedente de la Wikipedia)

En la foto: una estatua de un parque norteamericano representando a un Bigfoot (imagen procedente de la Wikipedia)



En la foto: una de las cúpulas del observatorio
Abandonado a mediados del siglo III, poco a poco fue rellenado de escombros y sus materiales expoliados. Posteriormente se edificaron viviendas sobre el mismo hasta que en 1972 fue redescubierto al iniciarse la construcción de un inmueble.
Capaz de albergar 2000 fieles en su interior fué construida únicamente gracias a donativos voluntarios de la comunidad judía en 1892.






Antiguamente esto servía para que los navegantes sincronizaran sus relojes. Esto tenía gran importancia ya que por aquel entonces la navegación dependía exclusivamente en el cálculo de la longitud mediante el cronómetro.
En la foto: Pórtico de entrada a la ciudad


