Fue fundada con el nombre de Biriciana como un campamento militar romano para defender la cercana frontera contra las tribus germánicas.
Del fuerte romano tan solo quedan los cimientos entre lo que es la parte moderna de la ciudad.
Una de las puertas de entrada al fuerte (la que daba a la frontera con las tribus germánicas) ha sido parcialmente reconstruida.
El fuerte de casi tres hectáreas de superficie albergaba a los mas de 400 jinetes de la caballeria hispánica "Ala I Hispanorum Auriana".
De todas formas de poco sirvió ya que en el año 253 la tribu germánica de los alamanes (Alamannen) destruyeron el fuerte romano y se asentaron en lo que hoy es el casco antiguo de la ciudad.
Controlando la ciudad, sobre una colina, se encuentra el castillo de Wülzburg en lo que fue una antigua abadia posteriormente reconvertida en fortaleza.
Durante la Primera Guerra Mundial, Wülzburg fue usado como prisión para los prisioneros de guerra...
entre ellos un (por entonces) desconocido francés: Charles de Gaulle.
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